- Lo primero es descubrir que las palabras no son lo mismo que los dibujos y que pueden hacer algo que los dibujos no hacen: nombrar las cosas. Hasta este momento, los dibujos alcanzan para comunicar. Por eso nos regalan corazones o garabatos, a su manera están comunicando. Pero en un momento entienden que los dibujos no sirven para algunas cosas. Por ejemplo para escribir su nombre. No es el tipo de línea lo que diferencia el dibujo de la escritura, sino que en las escritura las líneas están organizadas de una manera distinta (con formas específicas y ordenadas en forma lineal). Los niños han comprendido que la palabra es una cadena de letras que sustituye a un objeto.
- Gracias a vivir en un mundo lleno de letras, cuando descubren que para escribir se necesita usar símbolos que son distintos a los dibujos, aún no diferencian letras de números, por lo que puede que escriban con garabatos que simulan letras o mas adelante, escribir letras que conocen y han adquirido por ejercitación. Aquí entra el nombre propio. Cuando los niños adquieren este saber, reconocen esas letras como suyas en cualquier palabra. Así, en las aulas vemos que si Catriel lee el nombre de Camila, marca la C como de su nombre.
- Se enfrentan aquí con otro asunto a resolver: si las letras pueden hacer lo que los dibujos no pueden, ¿cómo deben estar organizadas? Es en este punto donde los niños formulan dos hipótesis que momentáneamente les permiten responder a este asunto:
- Las palabras tienen una cantidad mínima de letras para poder leerse: se denomina Hipótesis de cantidad, y la desarrollan porque las palabras que tienen a su alrededor contienen más de una letra. Generalmente, establecen un mínimo de 3 letras y un máximo de 7.
- Las palabras tienen que usar diferentes letras: se denomina Hipótesis de variedad, y la desarrollan porque entienden que si una palabra es diferente a la otra, las letras también deben cumplir este requisito. Generalmente cuando empiezan a escribir combinan las letras de su nombre de distintas formas para escribir palabras diferentes.
Para poder ensayar estas variaciones en la escritura, los niños pueden contar con un repertorio de letras más o menos amplio dependiendo de las palabras que por copiado hayan podido incorporar.
- Lo que les explicamos anteriormente corresponde al primer nivel en la adquisición de la escritura y se conoce como Hipótesis presilábica. Llega el tercer nivel que es el que se espera transitar en primer grado: la fonetización. Los niños aceptan gracias a conocer su nombre que las palabras se escriben de una forma unica y no de otra. Y se preguntan : ¿por qué esas letras y no otras? ¿por qué en ese orden?. Este nivel se divide en 3 estadíos, cada uno acompañado por una hipótesis específica:
- Hipótesis silábica: encuentran por primera vez una lógica objetiva al control de la cantidad de letras que deben usarse en una palabra y depende de la cantidad de saltos (sílabas) que escuchen. Si gato se lee ga to, entonces se escribe con 2 letras. Lo mismo ocurre con pato. Aquí, las seños aprovechamos para problematizar las hipótesis de variedad. Los niños tienden a escribir con los fonemas que reconocen más fácilmente: las vocales. Si les pedimos que escriban GATO, probablemente pondrán AO. Entonces les pedimos que escriban PATO y ellos ponen AO. Pero, resulta que ellos ya entendieron que para que diga palabras diferentes tiene que escribirse con letras diferentes. Así, les creamos un conflicto que desestabiliza lo que vienen razonando y los obliga a buscar alguna manera de saltar este problema. ¡¿No es fascinante?! Otra situación que se puede presentar es que le pidamos que escriban LOBO viendo que si ponen OO, se les complica porque ellos ya comprendieron que las letras deben ser diferentes por lo que LO no se puede escribir igual que BO. Aquí puede darse que entre su repertorio de palabras seguras conozcan algunas palabras y las usen como fuente de escritura. Si les pedimos que escriban MARIPOSA y ellos saben escribir MAMÁ, puede ser que pongan MAIOA, usando la MA de MAMÁ. Aunque escriban más de una letra por sílaba, eso no quiere decir que no estén en nivel silábico. Es una de las etapas en donde más tiempo se quedan los niños y hay que intervenir mucho en sus escrituras para desestabilizar sus razonamientos que hasta aquí, les sirven bastante bien para escribir. Ahora cabe hacer una aclaración: también hay niños que adquieren primero la hipótesis silábica sin valor sonoro, esto quiere decir que hacen corresponder una letra por cada sílaba pero no necesariamente esa letra tiene correspondencia con las de la palabra. En estos niños, si por ejemplo se llama Agustín, puede que escriba GATO como AG. Pone dos sílabas porque escucha dos sílabas, una la reconoce por estar en su nombre (la A) y para representar la siguiente sílaba usa una letra que conoce ya que no adquirió aún la conciencia fonológica necesaria para "escuchar" las vocales dentro de una palabra.
- Hipótesis silábico-alfabética: Es una etapa relativamente breve. Los niños piensan que las sílabas tienen que escribirse con más de una letra y como la mayoría de las sílabas que se forman con una consonante y una vocal (esto acompañado de una mayor conciencia fonológica), aumentan la cantidad de letras que usan por cada palabra. Si les pedimos escribir SERPIENTE puede que pongan SEPIT (SE para SER, PI para PIEN y T para TE, esta última sílaba la escriben así porque hay letras cuyos nombres tienen la E implícita como PE, DE, TE, SE, etc). Están a solo un salto de apropiarse del sistema de escritura y pasar a la última etapa
- Hipótesis alfabética: comprenden por completo la naturaleza del sistema alfabético aunque no manejan la ortografía (lógicamente porque es algo totalmente arbitrario, no hay una razón porque VACA no se escriba BACA, más que una decisión de que sea así). También comprenden que a sonidos similares corresponden letras similares. Aquí no pueden diferenciar entre SE y CE, VE y BE, GE y JE.
- Los niños tienen conocimiento sobre el sistema de escritura y la mejor forma de que avancen en sus razonamientos es poniendo en conflicto sus razonamientos pero teniéndolos como punto de partida
- Permite comprender las actitudes de los niños cuando escriben y así intervenir puntualmente para que avancen según el punto de partida propio
- Entiende a la escritura com un objeto con el que pueden experimentar y transformar, y no como algo acabado que debe contemplarse y asimilarse de alguna manera (el cómo lo hacen deja de ser una preocupación en otros enfoques).
Es por toooooodo esto que las seños dejamos que los chicos escriban como saben y que les pedimos que no los corrijan dándoles directamente la respuesta. Porque algo que se aprehende luego de haber probado muchas maneras de cómo usarlo es algo que no se olvida nunca más.
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